Demencia Vascular
Tras la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular es la segunda causa de demencia suponiendo el 15-20% del total, en ella se engloban diversos episodios que ocasionan deterioro cognitivo por una patología cerebrovascular que generalmente afecta a regiones cerebrales estratégicas.
- Un infarto cerebral extenso
- Repetición de pequeños infartos cerebrales
- Como consecuencia de una hemorragia cerebral
- Trastornos hereditarios
- Asociado a la enfermedad de Alzheimer
La sintomatología es muy variables dado que dependen de la localización y la extensión del daño cerebrovascular, los más comunes son:
- Dificultad para focalizar y mantener la atención.
- Disminución de la capacidad de planificación.
- Disminución en la velocidad de procesamiento de la información.
- Problemas de memoria.
- Desorientación en tiempo o en espacio.
- Apatía, depresión y cambios de humor.
- Irritabilidad y conductas de agresividad.
- Problemas para caminar.
- Dificultad para tragar o para articular el habla
- Incontinencia urinaria.
En la demencia vascular la evolución puede ser escalonada, con empeoramientos bruscos, consecuencia de la aparición de nuevos eventos vasculares cerebrales. Su diagnóstico, además de realizar una entrevista clínica, requiere una valoración cognitiva detallada y una exploración.
Para evitar la progresión primero hay que usar fármacos para tratar los factores de riesgo cardiovascular, además de apoyarse en el beneficioso efecto de realizar ejercicio físico de manera regular y la adecuada estimulación cognitiva.